Los Veintitantos...





Cuantas veces te has peguntado si lo que estás haciendo está bien, si el camino que decidiste tomar es el correcto, si estas tomando las mejores decisiones o si estás haciendo todo lo contrario. ¿Te ha pasado? …
… A mí sí.
Y tengo que admitir que es difícil, duro y muchas veces no sabes cómo salir de ese sentir. Y es que como dice el meme “un día eres niño, y al otro… ya estas sufriendo las consecuencias de ser adulto”. Y nunca nos imaginamos que esto pudiera sucedernos.
Siendo niño o adolescente tus expectativas de la vida son muy diferentes, deseas estudiar y tener tu carrera para tener el trabajo perfecto, ganar el dinero suficiente para tener una casa, un carro el año, viajar, casarte tal vez y tener hijos algún día.
Lo que pasa cuando es que llegas a la edad donde ya terminaste tu carrera o estás en tu último año y la crisis existencial comienza a hacerse presente en la vida, ¡Qué horror!

Esta crisis, los psicólogos expertos en el tema, lo llaman crisis del cuarto de edad, y es cuando vemos que las expectativas de vida no son absolutamente nada similar a lo que estoy viviendo en el momento presente.
Cuando tenía unos 16, mis metas eran, a los 25 ya estar casada (porque a esa edad mi mamá se casó) trabajando en un puesto maravilloso y con uno o dos hijos. Mira que vueltas da la vida, que nada de eso pasó.
Hoy en día hay que lidiar como jóvenes de veintitantos con muchos factores en la vida que no nos ayudan mucho a obtener lo que queremos, la economía del país o estado, el desempleo, el competir en la vida con muchos otros profesionistas por un trabajo, tratar de tener un trabajo digno para sustentarte, ahorrar si quieres tu propio carro o rentar un depa para salirte de casa de tus papás. Es difícil y a veces duro, tenemos que lidiar con mucho para cumplir las metas que teníamos de adolescentes.

Cuando estaba en la universidad conocí a dos personas que después de haber estudiado una carrera y trabajado por algunos años en su profesión, se dieron cuenta que no era lo que ellos querían hacer por siempre, no los hacia felices o simplemente estaban en su crisis del cuarto de edad. ¿Qué pasó? Cuando yo estaba en la universidad, esas personas cursaban su segunda carrera. Hoy en día puedo decir que esas personas son amigos y que están haciendo de su vida algo maravilloso, sin ni siquiera estar trabajando o haciendo algo referente a alguna de las profesiones que estudiaron. Una de ellas encontró su felicidad siendo madre de tres hermosos hijos, cuidando y educándolos junto con su esposo. La otra persona, encontró un trabajo años después de terminar su tercer carrera y ese trabajo no tienen nada que ver con esas tres, se fue a vivir a Canadá por ese trabajo, encontró a una mujer con quien comparte su felicidad y ahora vive en Monterrey siendo feliz sin si quiera ejercer alguna de sus profesiones estudiadas.

¿Qué quiero mostrarte con este ejemplo de vida? Muchas veces lo que nosotros queremos y por lo que nos preocupamos en nuestros veintitantos, viene sobrando después de los treintas. Pero es un proceso por el que creo que todos debemos pasar en la vida, puede ser a corto o largo plazo, pero estoy segura que todos lo vivimos.
Puedo decirte con confianza y con honestidad que hace poco yo seguía o puede ser que siga aun pasando por esto. Veo a mi alrededor y me preocupa mucho pensar en sí lo que hago está bien o mal, en si estoy haciendo las decisiones correctas. Me pasa que me veo y digo: ¿acaso esto quiero? ¿Quiero esto para mí? ¿Qué camino debo tomar? Si se me presentan oportunidades, me causa ansiedad saber si debo hacerlo o no.
Y qué difícil es, porque hay detrás de ti personas que pueden llegar a hacerte presión, inconsciente o muy consciente, indirecta o directamente. O como suele pasarme a mí, tú solo te presionas, porque ya tus amigas se están  comprometiéndose,  se están casando, teniendo hijos, siendo exitosos, viajando seguido, comprando autos y tú sigues en el mismo lugar, sin moverte. ¿Y qué pasa? Te presionas tanto y te preocupas tanto que no te permites ver que posiblemente así estas bien ahorita, así eres feliz, así estas en paz. Y así es como debes estar, en paz. Para hacer planes, proyectos y luchar por tus metas debes estar tranquilo, para poder enfocarte en eso y lograrlo. Pero tú mismo te presionas a algo que tal vez aún no te toca vivir.
Esta crisis es momentánea y pasajera, no vas a vivir por el resto de tu vida insegura de ti o de lo que haces, no vas a vivir preocupada o angustiada por lo que estas decidiendo en tu vida. Tienes las herramientas necesarias para poder salir de esta y de muchas otras.
Hace unos días platicaba con mi amigo del que comenté hace un momento, le hablaba de mí y de lo que hacía en ese momento con mi vida. Y él con unas palabras muy alentadoras me dijo: “Recordé que alguna vez quise regañarte para que te pusieras a hacer algo, pero se me olvidaba cómo había sido todo para mí” y tenía razón, yo viví a su lado esos momentos y nunca llegué a pensar que algún día yo iba a estar en su lugar. Su plática y el acordarme de lo que él vivió me hicieron reflexionar y pensar en que tal vez no hay un camino que seguir, solo hay cosas que hacer. Hacer lo que quiero y disfrutar lo que vivo, luchar por lo que me gustaría lograr, y seguir disfrutando, porque tal vez estás como yo, tan preocupada, agobiada y ansiosa por lo que no tengo o no he logrado hacer y dejando de lado lo que se supone que cómo jóvenes debemos hacer: Disfrutar el momento.
Si pasas por algo similar, recuerda que no estás solo, que somos muchos pasando por lo mismo, y que estamos en constante lucha para salir de esta crisis. Como lo dije hace rato, vas a salir de esta, y vas a recordar esta etapa en tus treinta y tantos como una experiencia o un aprendizaje de vida, que si lo ves de la manera correcta, harás de esta crisis un escalón para llegar a la meta y crecer tanto personal como profesionalmente.
Vive lo que te toca vivir, como un chico o chica de veintitantos. ¡¡Tú puedes!! Yo confío en ti.



Recordatorio propio: Nelly, esto también es para ti, recuerda que eres maravillosa, lee a ti misma estas letras que con amor escribiste para otros. Léela cuantas veces sea necesario, a veces se te olvida. Te amo. Eres increíble y maravillosa.  (A veces hay que darse ánimos sola) ;D






Gracias por estar...
Love, Nelly.



Si tienes preguntas, comentarios, dudas, házmelas llegar a psicbarron@gmail.com
Si quieres saber más te dejo estas recomendaciones para este tema:
-   Quarterlife crisis: The unique challenge of life in your twenties. Libro por la autora Abby Wilner.
-    Twentysomething guide to getting it together: a step by step plan to surviving your quarterlife crisis. Por Mary Traina.

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