Entrenando mi fuerza de voluntad






Hoy fue uno de esos días en que la pereza y mi estado de ánimo jugaban en mi contra y había planeado quedarme en casa, tirada en la cama, dormida o viendo pelis.
Mi flojera estaba superándome y ya había decidido que no iría a entrenar. Para mi perder un día de entrenamiento es lo peor, pero hoy no lo veía así, ya que la pereza me estaba dando un placer inmediato.
Luego de haber perdido dos horas tirada en la cama haciendo absolutamente nada, me dije a mi misma: "okay, suficiente apapacho a la pereza, ¡vamos! ¡levántate y vete a entrenar!
Y eso hice, siendo honesta, lo hice en contra de mi voluntad y negándome a hacerlo, pero lo hice. Deje de lado algo que quería, como estar tirada de floja, pero era algo que no me lo podía permitir. Al terminar mi entrenamiento, tuve una buena sensación, primero por el placer que me da entrenar, y por no haberme dejado vencer y tener esa fuerza de voluntad para pararme e ir a entrenar.

¿Te ha pasado esto o te pasa seguido con alguno de tus propósitos o metas?
Yo se que sí, porque a todos nos pasa alguna vez, a veces o casi siempre.
La pereza es la enemiga de cualquier actividad o acción que deseo hacer en mi vida, y hay que luchar por vencerla.

¿Y cómo es que vamos a vencerla? 
Con algo maravilloso que se llama Fuerza de Voluntad. 
La fuerza de voluntad es la responsable de nuestros éxitos y de muchos de nuestros abandonos. Es la capacidad de esforzarse, sacrificarse y trabajar para alcanzar algún objetivo, y que requiere el rechazo del placer inmediato.
Muchas veces a este sacrificio no le vemos resultados pronto y rechazar el placer inmediato puede llegar a ser un problema.
Muchas personas dicen no tener fuerza de voluntad y es falso. La fuerza de voluntad la tenemos todos, pero no viene en serie, tenemos que entrenarla. Y esto requiere enfrentar a la pereza y rechazar lo que no nos conviene a pesar de que lo queramos mucho.



Hay tres enemigos malísimos para la fuerza de voluntad. El primero es no tener una motivación. A que me refiero con motivación, bueno es fácil, cada uno debe encontrar su propio motivo para alcanzar esa meta u objetivo al que queremos llegar.
Un ejemplo fácil es el querer bajar algunas tallas o medidas, y algunas personas pueden llegar a decirnos: "baja unas tallas para que te veas mejor", pero en realidad tu motivación no es verte mejor y puede ser tener una mejor salud y que te queden los pantalones que usabas hace unos años atrás. Es tu motivo, no el de los demás, y teniendo tu motivo, te vas a animar a lograr tu meta. Escribe tu motivación en un post it, en una libreta, en tu celular o donde lo puedas ver seguido, y cada vez que lo leas, recordarás porque estas haciendo esos sacrificios.

Un segundo enemigo es el desorden y caos. La falta de organización, es un gran enemigo. Seguro te has preguntado cómo le hacen las personas para ir al trabajo o la escuela, ir al gym, entrenar un deporte, ir a clases de idiomas, pasar tiempo con la familia y pareja, y tener aún tiempo libre. Es obvio que ellos no tienen tiempo de más, tenemos las mismas 24 horas del día, lo que puede llegar a diferenciarlos es que esas personas son muy organizados en su tiempo y actividades. Algo de suma importancia si eres de los que quieres hacer muchas cosas en el día.
Puede llegar a ser difícil los primeros días, pero cuando lo conviertes en rutina se te hará más fácil. 
Divide tu día. Si tienes 5 actividades que hacer en el día, organízalo por tiempos. Lleva una agenda diaria, esto te permitirá escribir las actividades, y que nada se te olvide. No te desmotives si los primeros días no logras la perfecta organización, recuerda que estamos hablando de entrenamiento de la fuerza de voluntad, y estarás también entrenando la manera en como organizarte.

Un tercer enemigo es procrastinar o postergar. La palabra procrastinar es dejar para después eso que en el momento no quiero hacer. Esta palabra que tanto está de moda, hace la función de remedio, es como una tirita, sólo tapa la herida. Retrasar lo que incomoda se siente bien pero solo es alivio pasajero, y tarde temprano lo tenemos que hacer. Algunas actividades pueden ser por obligación, cosas como tareas de la escuela o trabajo, y que son muy fáciles de postergar, pero no es la solución, el trabajo se acumula y sale peor el asunto, así que la solución es Ponerte a trabajar y actúa. Ya sea en trabajo, en tu ejercicio diario, en levantarte temprano (ya no más alarmas cada 5 min), en comer mejor, y en todo, ¡actúa! sin postergar.



Hay cosas en la vida que como mencioné hace rato, las tenemos que hacer por obligación. Y que nos cuesta muchísimo hacerlo. Es aquí cuando podemos emplear una terapia buenísima, según la psicóloga Patricia Ramirez, "Terapia del Jódete". Que en México podríamos adaptarla con otra palabra pero, se escucharía muy feo.
¿De que trata esta terapia?, fácil: ¡Jódete y hazlo!
Así como lo lees, esas cosas que las tenemos que hacer porque sí, hay que hacerlas lo más rápido, cuanto antes lo hagas más rápido te lo quitas de encima y ya tienes tiempo para hacer algo que te cause mayor placer.
¿Cómo es esto? Ejemplo: Quieres irte a ver una película al cine, pero tienes trabajo por hacer de la escuela o de la oficina. la solución no es postergarlo hasta el final, después del cine, porque llegarías estresado, cansado y preocupado en que tan tarde terminarás. Es mejor, hacerlo antes, y decirte a ti mismo: "Venga va, cuanto antes mejor", hacerlo e irte relajado y tranquilo al cine.
Esto es algo que en lo personal pongo en práctica en sesiones terapéuticas, aplicando la terapia del jódete mis pacientes han logrado organizarse mejor en todo.
Ponlo en práctica, verás como se soluciona mejor. A partir de ahora sólo existe una idea: “Jódete y ponte, no hay otra”.
Para hacer más rápido esas tareas tediosas, lo mejor es ver que es lo que hay que hacer, ver que necesitas, que ocupas, con que medios hacerlo y así facilitarte el trabajo.
Si es algo demasiado tedioso, hazlo con alegría, no se trata de sufrir por sufrir, ponte música alegre, prepárate una rica agua de sabor, un saludable snack y disfruta tu tiempo haciendo el trabajo.
Recuerda planifica y organiza tu tiempo, divide la tarea y ponte, no hay de otra.

Otra cosa que podemos hacer para entrenar la fuerza de voluntad es sustituir un deseo inmediato, esto va a facilitar conseguir el propósito, por ejemplo, si me puse a dieta o voy a mejorar mis hábitos alimenticios, y tengo que dejar de comer azúcar o beber sodas, bueno, en lugar de decir: tengo que dejar de beber sodas; puedo decir: tengo que aumentar mi consumo de agua, o sustituir la soda por infusiones.
Otro ejemplo de sustitución, en lugar de ver Netflix tanto, sustituiré media hora de series por leer un libro, o media hora por ir a caminar. 
Sustituir una cosa por otra, nos facilita y nos ayuda en el cambio.



La fuerza de voluntad nos ayuda a cambiar hábitos y factores nuestros de la personalidad.

Te dejaré unos tips para vencer la pereza y mejorar la fuerza de voluntad:
1.- Encontrar un motivo. Recuerda que es tu motivo, de nadie más. Un motivo poderoso que te haga moverte.
2.- Establecer un plan. Más planificación igual a mayor posibilidad de terminarlos.
3.- Prestar atención al sistema reflexivo. El sistema reflexivo es lo que una persona con fuerza de voluntad requiere, este sistema te hace analizar, planificar, ve las ventajas y no actúa de forma impulsiva.
4.- Organización: no siempre es cuestión de tiempo, es organización.
5.- Buen humor. El tener un buen humor, y estar en paz, va a ser mucho más fácil que tengas fuerza de voluntad.
6.- Elegir prioridades. No intentar cambiar toda mi vida de un jalón, porque al final no cambiaré nada. Elige tu prioridad en el momento y enfócate en eso.
7.- Ojos que no ven corazón que no siente. Si no ves tu cel, o no abres Netflix, no vas a darte tentación de quedarte viendo algo y no salir a hacer ejercicio. Si no tienes alimentos chatarra a la vista no te van a dar tentación de querer comerlos cuando estás tratando de comer mejor.
8.-Recordar las consecuencias de No hacerlo y las cosas buenas que obtendremos al hacerlo. A veces las consecuencias o los beneficios de hacer algo son a tan largo plazo que me olvido de porque lo estoy haciendo. Si tienes un mes en el gym y aún no ves los cambios, recuerda que requiere tiempo, no te desanimes, motívate y no lo sueltes.
9. – No juzgarte, no castigarte. Sencillo, si te juzgas o castigas, no vas a tener la motivación suficiente para lograrlo.
10.- ¡¡¡Vamos que tú puedes!!! Venga, uno solito tiene que hablarse así y darse ánimo. 

Vamos, se que puedes lograr todas tus metas.

Love, Nelly.

Si quieres saber más del tema, te invito a que me escribas y mandes tus preguntas o dudas. 
Recomendación de lectura: Entrena Optimismo por Patricia Ramirez. Síguela en sus redes sociales @patripsicologa.

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